sábado, 17 de enero de 2015

Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos...

Para empezar bien el año, Conchita nos ha leído el lunes el inicio tan bonito de la obra de Juan Ramón Jiménez, Platero y yo. Además nos habló del autor, de su vida, con sus logros y sus dificultades. Ganó el Premio Nobel de Literatura en 1956 pero también sufrió más de un episodio de depresión en su vida.


A todos nos gustó la imagen del burro que inspira este texto, tan amorosa. Nos hizo recordar nuestras variadas experiencias con burros, que no fueron siempre tan poéticas, para decir la verdad... Nos acordamos de su gran utilidad y de su frecuente presencia en muchos ámbitos de la vida en el pasado. En todo caso son buenos los recuerdos que guardamos de los burros.

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